Rompe estereotipos con su música
En un panorama mediático donde la industria del espectáculo parece empeñada en enfrentar a mujeres, celebrar rivalidades ficticias y alimentar la narrativa de la competencia femenina, Ángela Aguilar alza la voz para desmarcarse de esa lógica patriarcal que tanto daño ha hecho: “Jamás atacaría a una mujer con mi música, jamás lo haría y jamás lo voy a hacer”, dijo con firmeza.
La joven cantante de 21 años, heredera de una de las dinastías más influyentes del regional mexicano, presentó recientemente su disco Nadie se va como llegó, y en medio de su promoción aprovechó para dejar clara una postura que, en un entorno de espectáculo cada vez más misógino y polarizante, se vuelve profundamente política: negarse a entrar en “ese juego”.
La industria musical, particularmente en los últimos años, ha normalizado la confrontación entre mujeres como estrategia de mercado. Se fabrican enemistades, se analizan letras con lupa buscando indirectas, y se promueve un tipo de narrativa que rara vez se aplica a los hombres. “Me he dado cuenta que a los hombres no les hacen eso… en las mujeres es completamente un ataque”, expresó Ángela. Y tiene razón.
Como feminista, celebro que una mujer joven, criada en un medio profundamente mediático y tradicionalista, tenga la claridad para cuestionar estas prácticas y reivindicar el respeto entre mujeres. Porque lo que está diciendo no es solo que no lanza indirectas: está denunciando, aunque sea con otras palabras, una forma de violencia simbólica
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adamgordon
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