Vestidos drapeados y sandalias: la revolución del poder femenino en la moda de mayo 2025

Las pasarelas hablaron. Y esta vez, no solo de tendencias, sino de cuerpos, de poder y de la visibilidad del deseo femenino sin disculpas. Los vestidos drapeados se han convertido en el manifiesto textil de una feminidad que no teme mostrarse imponente, sensual y libre. Mayo 2025 es el mes en que el estilo se vuelve declaración, y las sandalias, cómplices de una estética que camina con seguridad.

Vestidos con pliegues estratégicos que abrazan el cuerpo, tejidos transparentes que borran la frontera entre lo elegante y lo provocador, y siluetas que celebran cada curva, cada cicatriz, cada historia. Así se configura la tendencia que está marcando a la moda esta primavera-verano.


El arte del drapeado: una historia de curvas, no de censura

El drapeado no es nuevo. Pero sí su reinterpretación. Diseñadores como Schiaparelli, Max Mara y Diesel nos recuerdan que vestir con sensualidad no significa complacer al otro, sino conectar con el propio cuerpo.

Las zonas estratégicas donde se colocan los pliegues –el torso, la cadera, el abdomen– no buscan disimular, sino enaltecer. Y eso, en una industria históricamente obsesionada con la delgadez y la invisibilidad del cuerpo real, es revolucionario.

Emily Ratajkowski y Kendall Jenner son los referentes mediáticos que han llevado este discurso a las calles y alfombras. Pero detrás del glamour, hay un mensaje más profundo: es tiempo de vestirnos para nosotras mismas.


Sandalias: el paso firme de una nueva estética

Las sandalias en tendencia –desde las clásicas de tiras hasta las mules, t-bar y thong– no solo acompañan el look, lo potencian. Este año, su diseño se fusiona con la narrativa del poder femenino: tacos que elevan sin incomodar, listones que envuelven los tobillos con estilo, no con opresión.

La combinación estrella de mayo 2025 se concreta en la unión entre lo etéreo del vestido drapeado y la fortaleza sutil de una sandalia bien elegida. Un look que grita: estoy aquí, me veo, me celebro.


Lo que vemos en pasarelas… y lo que nos deja ver la moda

Schiaparelli apostó por la transparencia y el color turquesa como forma de hacer visible lo invisible: el cuerpo sin censura. Max Mara eligió la elegancia clásica con escote strapless. 16Arlington evocó a las divas de los 70 con mangas fluidas. Versace, por su parte, devolvió el boho chic a la conversación. Y Diesel, siempre rupturista, lo dijo claro con su minivestido tie-dye: la sensualidad también es urbana, rebelde y joven.

Cada propuesta nos recuerda que las mujeres podemos elegir cómo vestirnos, y esa elección es profundamente política.

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Equipo Redacción

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