El error silencioso que impide bajar de peso, según el Dr. Víctor Bravo

Bajar de peso puede parecer una meta clara, pero en el camino se esconden prácticas que, aunque bienintencionadas, boicotean los resultados. Así lo advierte el doctor Víctor Bravo, quien ha señalado con firmeza un error “imperdonable” que cometen muchas personas al intentar adelgazar: excederse con el aceite de oliva.

Aunque es ampliamente conocido por sus beneficios para la salud cardiovascular, su perfil antioxidante y su capacidad para proteger el organismo, el aceite de oliva también es calórico. Una cucharada puede aportar alrededor de 120 kilocalorías. “El problema no es el aceite en sí, sino la cantidad que se utiliza”, explica el doctor Bravo en sus redes sociales, donde acumula miles de seguidores atentos a sus consejos.

En una dieta equilibrada, las grasas saludables como el aceite de oliva deben estar presentes, pero con medida. “Usa una cucharada sopera, y no superes una o dos por comida”, recomienda. Esta advertencia abarca desde el aliño de ensaladas hasta el aceite que se emplea en la cocción de alimentos. De lo contrario, la suma calórica puede sobrepasar con facilidad lo que el cuerpo necesita, impidiendo la pérdida de peso e incluso generando un aumento.

La situación se agrava cuando estos hábitos son replicados por mujeres que buscan transformar su cuerpo con rapidez, muchas veces impulsadas por estándares sociales de belleza que no consideran la salud integral. En contextos donde la presión estética recae con más fuerza sobre cuerpos feminizados, es clave que la información sobre nutrición sea clara y sin mitos.

El Dr. Bravo insiste en que no hay atajos: “10 mil pasos al día, entrenar dos o tres veces por semana, y comer con atención son suficientes”. También recalca la importancia de evitar dietas extremas, que pueden derivar en trastornos alimenticios o efectos rebote.

La clave, dice el experto, está en la constancia, en escuchar al cuerpo y en permitir un margen de error del 20%. Comer lento, masticar bien y registrar la saciedad pueden hacer la diferencia entre una alimentación saludable y un sabotaje inconsciente.

En un entorno donde las soluciones rápidas son la norma, el recordatorio del doctor Bravo se vuelve un llamado urgente a la moderación, a la educación alimentaria y a la escucha activa del propio cuerpo.